domingo, septiembre 28, 2008

De mi imposibilidad de hablar de Bergman

Creo que conocí el cine de Bergman sin saber quien era y que era lo que estaba viendo. Tendría unos 14 años cuando frente a mí, en la pantalla, un hombre de edad hacía un viaje a su pasado. Recuerdo que la película no la entendí, nunca supe hasta años después de que se trató. Sin embargo las imágenes me decían algo. Se quedaron grabadas en mi inconsciente y no volvieron a salir hasta aquella vez cuando en la universidad tuvimos que hacer un estudio sobre la vejez y la doctora recomendó la cinta. "Fresas Salvajes"(1957) me volvió a decir lo que en aquella edad no entendí, de la nostalgia, la memoria y la esperanza. Emociones e imágenes que volvieron a quedar dentro de mi pero ahora tenían un valor, un significado.

Habrán transcurrido unos dos años desde mi último encuentro con Bergman cuando un amigo me recomendó que viera la película El Séptimo Sello (1957). Tardé cerca de tres meses más en verla después de la recomendación. Aún hoy, tres años después, sigo sin saber que fué lo que ví, pero una vez más sus imágenes me llenaron de preguntas. ¿Qué estoy viendo? ¿Quién es él? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué la insistencia en el tema? ¿Me faltará leer? Seguro que si. Sin embargo y sin equivocación las fotografías se quedaron en mí, en mi mente, jugando con mis preguntas sin respuesta. Preguntas que alguna vez me hice. No diré más, es tema de otro post. Es inobjetable lo maravillosa que es la fotografía de la muerte jugando una partida de ajedrez con el caballero a la orilla del mar, fotografía que todos conocemos.

Meses después y posteriores a unas clases de psicoanálisis, conversaciones con amigos y varias tazas de café me enfrenté a la que considero, más allá de críticas en revistas especializadas, su mejor película Gritos y Susurros (1972) . Aquí la represión y el silencio de las hermanas son palpables, se sienten, duelen, las vemos en una absoluta complicidad. Aguantando hasta los créditos para gritar en silencio los que las hermanas no hicieron en la hora y media que duraron sus vidas. Liberarse, gritar, sentirse vivo para entonces llorar por ellas. Días después llegó Escenas de un matrimonio (1973) aquí nos vemos, nos reflejamos como aquél espejo que vemos en las mañanas al levantarnos, que nos muestran el verdadero "yo" que somos, aquél sin arreglos, sin baño, sin ataduras, sin mascaras, sin rímel. Nos encontramos, pues, ante esta imagen de un matrimonio que no puede vivir toda la vida como tal pero la relación, la conexión entre ellos, sigue por años. Será la necedad, el sexo o solo el hecho de sentirse acompañado por aquel que ya nos conoce, que no necesita hacer muchas preguntas para saber que es lo que nos sucede. Nos conoce y lo conocemos. Un "amor" que dura para siempre, una relación que nunca termina. Un circulo perfecto que se mantendrá durante años, si acaso hasta la muerte.

Y al final, Fanny y Alexander(1982) la película más autobiográfica del autor. Aquí Bergman nos presenta partes representativas de su infancia, momentos que lo marcaron. Un Bergman (Alexander) que aprendió a mentir y era castigado fuertemente por su padre el obispo. Aquél que en la escuela inventó que iba a ser vendido al circo para escaparse con Esmeralda. Por momentos Bergman nos deja asomarnos a su infancia, donde se arraigaron las blasfemias contra la religión y se preguntaba por la muerte. ¿Quién era y que hacía entre nosotros? Imagenes que aparecen una y otra vez en su filmografía.

No pude sino hablar de lo que su cine me dice. Me resulta imposible hablar de una manera objetiva para poder invitar a otros a ser encantados por sus imágenes, por sus diálogos, por sus silencios. Me es imposible hablar de él sino es a través de mi, de lo que creo es su cine, es por esto que me resulta difícil hablar de Bergman, el cineasta, el danés, el director de teatro, el escritor, de aquél que murió horas antes de Antonioni, de un cine que murió con él, un cine que ya no existe.

De ahí mi imposibilidad de hablar de Bergman.






2 comentarios:

Juan Manuel Escamilla dijo...

Woooooow. Qué buen sitio!
Carajo! Me puse a ver This film is not rated, pero ya me avergoncé, porque estoy en el trabajo y los demás me miran.
¿Y va a ir subiendo pelis adecuadas? ¿Como las de Bergman, por ejemplo?
Debería.
Y de Reygadas.
Y de Tarkovski.
Y de Kieslowski.
Y de Coppola.
Y Bandé apart de Godard!
(Y me da igual cómo se escriban sus nombres.)

¡APLAUSOS!

Unknown dijo...

Estarè subiendo pelis adecuadas. Si estàn las de Reygadas, Tarkowski, Godard, Truffaut o las que esten disponibles.

De entrada el proximo documental te va a gustar.

Saludos

Ya, hay que vernos pues..